sábado, 16 de abril de 2011

mi niña

y si te digo que te quiero,
que por cada uno de tus besos muero,
por tu lejanía sufro,
en silencio mi desvelo.

Tu, reina del cielo azul,
diosa de la vida eterna,
princesa del encanto de mi pecho,
reina de mi infinito.

Por un beso tuyo, pierdo la razón,
por una mirad, esbozo una sonrisa,
por una caricia, rozo con mis dedos el paraíso.

Al rozar tu cuerpo, siento miedo,
miedo de perderte,
miedo de llorarte,
miedo, de buscarte y no encontrarte,
miedo de perder mi vida,
pues eso, eres tú,
mi cielo.