sábado, 9 de octubre de 2010

Para la niña de mis ojos

Querida niña:

Sinceramente no se muy bien como comenzar esta carta, la verdad, me gustaría que estuviera llena de sentimientos, ternura y cariño. Busco las palabras adecuadas para expresarte todos y cada uno de mis sentimientos de la mejor forma posible. Describirte todo cuanto siento al estar cerca de ti, al rozar tu piel cada instante, contarte el anhelo de mis sueños, esos donde eres mi princesa.

No se como he llegado a este punto, ni siquiera se cuando comenzó todo este cúmulo de sentimientos que se algopan en mi pecho, solo se que están ahí, que cuando me he querido dar cuenta te habías hecho la dueña de mis pensamientos. No me resulta fácil abrirte la puerta a estos sentimientos, aunque me gustaría. Se me da mejor escribirlos en un "papel" a enfrentarme a tus ojos, esos en los que ansío verme reflejado cada momento.

Cada vez que estoy contigo, el tiempo se detiene, siento un cosquilleo en el estómago tan intenso y tan dulce a la vez. Me transportas a un estado de calma que hacía demasiado tiempo no era capad de albergar en mi interior. Has logrado romper las cadenas que ataban mi corazón al frío invierno de la soledad, con cada caricia consigues alzarme a una especie de nirvana emocional. Deseo sentirme perfumado por tus besos, nadar en el mar que hay dentro de ti, ser la estrella de mar que se cobija en el océano de tus labios, respirar tu voz, desayunar tu sonrisa mi amor pero no estás.

Eres el primer pensamiento de cada día. Eres la cálida luz del alba que entra por la mañana para iluminar mi sonrisa en cada amanecer, la estrella que vela mis noches, sentir todo tu amor para mí sería tocar el cielo, ese donde los angelitos tienen celos porque cada noche sueño contigo. Espero el día en que al fin pueda encontrar la fuerza para poder dejar de soñar contigo, no porque quiera dejar de hacerlo, sino porque ese sueño se haya hecho realidad, una realidad que sin tí no tiene sentido.

Quisiera tenerte junto a mí, acurrucarme en tu pecho, sentirme protegido por tus brazos, tener la oportunidad de poderte demostrar que no soy nada sin tí, solo puedo verte en mi imaginación, casi puedo tocarte en ella. Al tenerte lejos, siento como se me apaga la luz en el camino, veo las estrellas extinguirse en el cielo de los sentidos, veo a la soledad silbando su canción y a la melancolía maquillándose con polvos de silencio.

Me siento en el andén de la estación de los sueños, esperando a un tren al que llaman oportunidad, he comprado los billetes con destino al valle de tu corazón, en mi maleta llevo sueños e ilusión, tal vez sea poco equipaje pero es todo cuanto necesito. Me siento igual que un preso sentenciado sin tu amor, del viento siento celos por acariciar tu piel.

Tal vez nunca llegue a reunir el valor necesario para decirte todo esto, para contarte cada uno de mis anhelos, para recitarte cada uno de mis versos, o decirte al oído las ocho letras de un te quiero, puede que ni siquiera llegues a leer esta carta llena de sentimiento y pasión, escrita con la pluma de mi boca y el tintero de mi corazón.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Precioso, pero estas cosas normalmente no hace falta ni decírselas, seguro que se da cuenta a cada instante.

Un besote enorme.

Eurídice*

josy dijo...

eurídicice: Es complicado que se de cuenta cuando no sabe lo que siento.

Blog de alma dijo...

Sabes que dicen por ahí que ina imagen vale más q mil palabras:))...en este caso una mirada