ángel vestido de mujer,
te hiciste dueña de mi pecho
y de mi ser.
Expulsaste mis tinieblas,
llenando de luz mi vida,
me diste la oportunidad
de volver a volar.
Eres un sueño hecho realidad,
con sencillez y ternura,
me devolviste la vida,
y he vuelto a soñar.
Sueño con no perderte,
con despertar y tenerte...
a mi lado cada amanecer.
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