martes, 1 de julio de 2008

Esperanzas

Hay días en la vida de toda persona en los cuales nos paramos a visualizar como está nuestra vida. Pues bien, en este preciso momento la mía no está en su mejor instante, más bien, está en uno de los peores, sino el peor.

Hoy me levanté vacío de esperanzas, ya no me queda ninguna o simplemente es mi estado de ánimo el que me impide verlas, no lo se. Tal vez las he ido dilapidando una a una y ahora, en este preciso instante en el que necesito que una de ellas me sonría para intentar levantar una vida que ha incado las rodillas, me encuentro que no tengo nada.

No sólo eso, sino como dice una canción de warcry "he perdido la esperanza, yace muerta a mis pies", ni si quiera puedo buscar una para tener un "poco de fe". Esta vez me he perdido de verdad, y sinceramente no creo que haya modo de encontrarme, de encontrar esa parte de mí que se quedó en algún rincón de una habitación oscura.

Tal vez sea solo fruto de este mal momento o tal vez no. Lo único que veo es que siempre, pase lo que pase, termino en el mismo sitio, es decir, en ningun lugar. No consigo encontrar "esa parte de mí que me acompaña a vivir", que me haga recuperar la sonrisa, que me haga un soñador nuevamente, que me de fuerzas, que me de esperanzas para creer que puedo cambiar el rumbo de este barco que vaga por el océano a la deriba sin remedio.

No se porque, cuanto mas jodido está uno, y más hundido cree que está no consigue visualizar el fondo, ¿será posible que todavía pueda hundirme más? Puede ser, porque no veo el fondo cerca, simplemente lo veo todo negro, ya no veo el vaso medio vacío, sino que en él ya no queda ni una gota de esperanza.

Durante mucho tiempo me aferré a un sueño, a una esperanza, pero yo mismo me encargué de hacer que se fuera a la mierda, por lo menos espero haber aprendido algo durante este tiempo. En realidad algo sí que he aprendido, pues aunque no me lo quiera creer, a veces la soledad es una buena maestra.

En este preciso instante por mi cabeza pasan millones de recuerdos que pasan una y otra vez como si se tratase de una película que nunca se acaba, incluso en mis sueños pasa cada uno de esos preciosos instantes que un día me hicieron sonreir y ver el vaso revosando de esperanzas, ese mismo que hoy está vacío, es lo que tiene la vida, unas veces estás arriba y otras muy abajo, lo más dificil no es caer, sino aprender a levantarse, pero para ello necesitaré una esperanza, a ver si algún día la encuentro.

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